lunes, 21 de septiembre de 2009

NARRATIVA: Ingenuidades pueblerinas

Presentamos un relato del profesor celendino Arquímedes Chávez Sánchez de su libro Ingenuidades pueblerinas (Edición del autor; s/f.).

Son destacables los vocablos y frases de uso exclusivamente local o regional y que constituyen elementos de los relatos orales trasmitidos a través del tiempo y que configuran uno de los aspectos de nuestra identidad.

El autor hace un uso adecuado y apropiado de esa lexicografía.


ENTRE COMADRES

Por: Arquímedes Chávez S.

Yendo de Huacapampa a Sucre, por la vieja entrada de Chaquil, doña Gume que, con su andar menudo y ligero, estaba presta a cruzar la quebrada llamada Mesarume o Quishrque –cualquier denominación es buena- fue alcanzada en ese caminar por su Cuma Ña Berna.

Al principio, las señoras animadamente comentaban de la hermosura de los trigales y las huayllas que abundaban en esa zona. La conversa estaba centrada en las labores agrícolas como el barbecho, el descurpe, siembra, tirapa, la pishgueada, cuando las espigas estaban candela y de la asistencia a los peones que, para Gume todo resultaba muy caro y para Berna la cosa era normal.


La bella campiña de Huacapampa. (Foto Charro)


Sus pasos las acercaban al vecino Sucre platicando de la prometedora cosecha, las eras, los fletes para la trilla; no pasaban inadvertidas las palas, horquetas, escobas, así como los jornales o la paga en efectivo para la peonada.

A la sombra de bellos sauces llorones, tomaron breve respiro y Ña Gume reiteró su comentario sobre el daño que causan los pishgos. Estos animalitos en grupos numerosos, ya no hacían caso a los espantapájaros-muñeco que con el viento se torna bullanguero y en cierta medida ahuyenta a las avecillas. A propósito, Ña Berna agregó que contratará a un muchacho, para que con la jonda-honda espante a zorzales, guanchacos, gorriones, cocoteros y santarrositas.

Berna siguió diciendo que ella mandaba a su nieto a que pishguee mañanas y tardes todos los días. Juicioso es aclarar que se llama pishgo al gorrión y por extensión a todos los pájaros antes mencionados. Y también, pishgo se llama por estos lares shilicos, al pene.

Terminada la conversación, Ña Gume pidió a su acompañante, de manera muy pueblerina:

- Oigaste cumita, quiero que me preste a su cholo por esta semana para que me pishguee, al fin no es muy harto mi sembradito.

A propuesta tan vecinal, Ña Berna contestó de singular modo:

- No vecinita, no se puede, porque tuesta semana el cholo me está pishgueando.

*********

Para matar el hambre, buenos bolsicos de cancha llevan los pishgueros, pero antes, hacen su jonda trenzando cabuyas. Las hondas al latigueo al aire y jalando con la fuerza la punta asida, al chocar la punta de la soguilla con parte de la trenza, suena: chaj, chaj,… Este Chasquido espanta a los pájaros, y cuando los pishgos no hacen caso al sonido, entonces valiéndose de la honda los pishgueros lanzan piedrecillas sin dirección definida. Si este método no es efectivo, sacuden los espantapájaros; si el resultado es igual, no queda más remedio gritar singularmente así:

-Pichihua, pihuahua, ¡sho!, ¡sho!

Creo que las avecillas entienden típico mensaje, porque al instante levantan vuelo y regresan cuando el ambiente luce con cierta calma.

Los espacios de quietud los aprovechan los pishgueros para comer canchita, que fue tostada con buen gusto, quedando los granos color frente de zorro. A veces los celadores llevan el encargo de pallaquear leña. Entonces, tienen que obligadamente hacer buenos tercios de ramas secas caídas por el suelo.

Pronto llegará el día de siega, formación de la gavilla, la trilla y demás tareas afines.

*

Ña Gume: Doña Gumercinda.

cuma: Comadre.

Ña Berna: Doña Bernardita.

huayllas: pequeños pastizales lozanos y muy verdes.

descurpar : pulverizar los terrones de la chacra.

pishguear : ahuyentar de los sembríos a los pájaros

pishgos: pájaros pequeños.

santarrositas: pajarillo andino de plumaje amarillo en el pecho y negro la espalda y alas.

bolsicos: bolsillos o bolsos del pantalón.

frente de zorro: de color gris amarillento, semejante al pelaje del zorro.

pallaquear: recoger.

(Notas de la redacción)


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