sábado, 25 de agosto de 2007

CUENTO: Jorge Díaz Herrera

Jorge Díaz Herrera tuvo en estas fiestas patronales 2007 un reencuentro feliz con Celendín, el pueblo que lo vió nacer y que por primera vez ha conocido en su ya avanzada juventud. Se trataba de una deuda consigo mismo. El feliz acontecimmiento y su alma de artista lo convirtieron en un niño que estrena un juguete. Pasear por las calles luminosas de su pueblo, respirar la fragancia de su atmósfera y confundirse con la sencillez de su gente fue una experiencia que, estamos seguros, jamás olvidará.

Jorge Díaz Herrera en un apunte de "Charro".


LOS MUÑECOS DE DON SEBASTIAN

Don Sebastián dejó la adobería y se dedicó de lleno a los muñecos de papel amasado con agua de yeso. Porque yo siempre quise ser artista y así me parece que lo estoy logrando. Y tuvo mucho éxito en las competencias y las ferias de artesanía y pronto resultaron llegando muchos forasteros al pueblo para comprarle un muñeco suyo. Pero la mala suerte no se hizo esperar y pienso que tal vez hubiera sido mejor quedarme representando a personas de mi pensamiento en lugar de gente de carne y hueso: primero fue la coja Manuela, que se murió al poco tiempo de cólico miserere, después la pobre doña Emilia, que se quebró varios huesos cayéndose a un pozo, luego los hermanos Chanduví, el mayor y el último, a quienes los mató la bubónica. Y me culparon no solo de esas sino también de otras desgracias. Y casi todo el pueblo fue hasta su puerta para gritarle: si dices que son puras casualidades y tus muñecos no son de mal agüero, por qué no la representas a tu mujer y por qué no te representas a ti mismo. Y don Sebastián no se amedrentó y salió a responderles: ya están grandazos para creer en zonceras, mañana mismo les mostraré mi figura y la figura de mi mujer en cuerpo entero. Y ellos se fueron: "Mañana volveremos". Y don Sebastián amasó una buena cantidad de papel con agua de yeso y lo puso sobre su mesa de trabajo para moldearla, e hizo dos montones y le dijo a su mujer: uno para que sea yo y el otro para que seas tú. Y cuando ya estaban hechos los cuerpos y les iba a moldear las caras, se quedó pensando largo rato y movió la cabeza de uno a otro lado varias veces, y aplastó de un solo golpe los cuerpos contra la mesa porque ¿y si la cojudez resulta ser cierta? Y le dijo a su mujer: mejor envolvemos nuestras cosas. Y, aprovechando la noche, se fueron del pueblo para no volver.

sábado, 11 de agosto de 2007

POESIA: Juan Sin Sol, libro

Guillermo Oblitas Pimentel, "Juan sin Sol", presentó su poemario "Celendín en mi poesía" el día de ayer viernes 10 en la Asociación Celendina de Lima, en medio de gran concurrencia que celebró las ocurrencias originales de nuestro poeta que lleva toda una vida dedicada a cantarle a Celendín en diversos tonos. Publicamos para beneplácito de los lectores uno de los poemas que aparecen en la reciente presentación.



MAMA VIEJA

De tu fecunda y sagrada entraña
yo nací madre tierra querida
tú que eres madre y montaña
tú diste vida a mi vida;

De tu seno tome el agua cristalina
con tu clima creció mi niñez y juventud
por eso madre tierra celendina
en el mundo no habrá otra madre como tú;

En tu ande con la lluvia y con el viento
con el frió de tus jalcas y calor de tus valles
por allí caminó mi crecimiento
tropezando en tus empedradas calles;

Como olvidar tus noches de luna llena
de alegres serenatas y canciones
de obscuridad cuando el alma pena
y aún duelen los tropezones;

Mama vieja querida y venerada
vives latente en mi memoria
y siempre serás recordada
en la prez de tu gloria;

Levántate pacha mama querida
hurguemos las cenizas del fogón
hasta hallar un a chispa encendida
que devuelva el fuego a tu corazón;

Mi verso hará que tu tradición
resuene desde la cima de los montes
y ruja como el Marañón
surcando los horizontes;

Mama tierra querida ya me despido
con la angustia de no verte
y estar en tu seno donde he nacido
hasta más allá de la muerte.

viernes, 10 de agosto de 2007

POESIA: Julio Garrido Malver, la Musa

La belleza legendaria de la mujer celendina motivó más de un inspirado poema al poeta Julio Garrido Malaver. Una de ellas, Carmen Collantes Díaz, en la década del 20 del siglo pasado, le inspiró unos versos que incluyó en Vida de Pueblo y que insertamos abajo. Ellos revelan todo el amor que el vate sentía por su tierra y el encanto de sus habitantes. Observese en la foto la originalidad del traje bordado a mano, de acuerdo a la usanza de la época.

Carmen Collantes Díaz, su hija y señora Anastasia Chávez.


En la Pampa Grande
cuida sus ovejas
la rosada Carmen.
Ella no usa espejo,
la cara se mira
de frente en el cielo.
Cuando ella se ríe
el campo de flores
diversas se adorna.
Y cuando ella llora
caen de rodillas
las ovejas
todas…

¡El vilján del Viento
la quiere robar!

¡Cásate, Carmela
será lo mejor!
¡Y tendrás un hijo
Lucero pastor!

jueves, 9 de agosto de 2007

MEMORIAS: Elmer Chávez Silva, Libro

El 17 de agosto se hará la presentación del libro Memorias del corazón, de Elmer Chávez Silva en el local de la Asociación Celendina de Lima, sito en Av. Brasil Nº 1580.


La obra, que es un anecdotario, narra las vivencias del autor en el marco del Celendín de la década del 50, una de las épocas de mayor afianzamiento de la identidad celendina y que produjo grandes personalidades que dieron lustre a toda la provincia en los diferentes campos del quehacer humano. El doctor Elmer N. Chávez Silva, dueño de gran sensibilidad, ha sabido captar en toda su dimensión ese momento histórico en un libro que estamos seguros arrojará luces y responderá a tantas interrogantes acerca de la inspiración que motivó tantos éxitos celendinos.
Elmer Chávez es un conspícuo integrante de la Promoción PARTA 56, que hasta la fecha viene desarrollando encomiable labor a favor de la población celendina. Parte de la obra la podemos encontrar en la revista Jelij, órgano de dicha promoción.
CPM, atenta a las inquietudes intelectuales de los celendinos estará presente en dicha ceremonia y desde ya desea muchos èxitos al autor.