jueves, 12 de abril de 2012

ABRIL, MES LETRADO: Reeditan libro de Antonieta Inga

Por Jorge Horna
La lengua castellana tiene su matriz literaria en El Quijote, libro memorable que ha sido y es reconocido como la cumbre de la escritura, incólume a través del tiempo. En homenaje a la trascendencia de su autor: Miguel de Cervantes Saavedra, abril también abre sus puertas a la literatura hispanoamericana.
En este mes se conmemora, además, el fallecimiento de César Vallejo (París, 1938), hito innegable en la historia de la literatura peruana.
Paralelo a estos reconocimientos es preciso recordar y rendir homenaje a la tradición y contemporaneidad de las letras peruanas, nutrida por un amplio espectro de narradores, dramaturgos, ensayistas, novelistas y poetas.

El libro de Antonieta Inga del Cuadro

Ha reaparecido Otra Armonía Todo (Fondo Editorial UAP, 2012), libro de la escritora celendina Antonieta Inga del Cuadro, que en su reciente edición recoge el conjunto total de sus poemas.
Antes, el año 2004, se publicó el libro con una selección de los poemas, con el mismo título. Fue una edición casi artesanal y de un tiraje mínimo, estuvo a cargo de Jorge Horna, a quien la autora decidió confiar sus manuscritos originales.
Otra Armonía Todo, define a “Antonieta Inga como orfebre (que) trabaja cada palabra, cata una a una las imágenes, con el propósito de emboscar al tiempo, al amor, a los recuerdos y los sueños. Y no pocas veces su poesía se emparienta con la filosofía para subvertir el silencio. (…) su poesía nos apremia. Y seguro que al término de la lectura de este hermoso libro habremos embellecido” (Mario Peláez Pérez, prologuista).



Aquí una muestra de la poética de nuestra autora:


Eso de quedarse con el pan
en la mano
con la miel en el alma
con el paso en la boca
con la luz en la palabra
con el silencio en los ojos!


HIMNO A MI PADRE

Mis palabras tendrán que ponerse
añosas
para poder visitar
tus heredades
Te vivo desde siempre
pero no puedo llegar
a tus océanos
inmensos hoy
ríos ayer
náufrago entonces
bote a la deriva
capitán y marinero
balsa en torbellino
alma a la intemperie
orilla de todos los mares
Aquí, en tu silenciar
empieza el griterío
de todas las aguas

Tengo a la mano
los surcos
de tu rostro
y me desplazo
en ellos
como en mi propia
historia

Cómo estarán los eucaliptos de mi tierra
Por entre qué hojas volará la tierra amada
Cómo estarán los sauces
con sus lágrimas bebidas por el río
Cómo estarán las pencas del camino
y cómo hincarán ahora noche y día
Cómo el cielo el sol y el empedrado
el balcón de la casa y el canino
y los tejados
Cómo andará el silencio empolvado
de tristeza
Qué se hará de nuestros nombres
sin tus voces
Por dónde huirán las aguas
Qué se dirá la luna
Qué será de tus pasos
“Adiós” a quién le dirá tu mano
a la altura de tu frente bienamada
.

viernes, 2 de marzo de 2012

LITERATURA: Nuevas voces líricas

Por Jorge Horna
Daniel Santos Gil Jáuregui, nació en Celendín en 1966. Radica en Cajamarca y ejerce su profesión de abogado y la docencia universitaria.
En plaquettes y en revistas ha publicado sus poemas desde el año 1990. Hoy nos entrega la hermosa y bien cuidada edición (Martínez Compañón Edit.) de su primer libro: Como la rama oculta del arcoíris, publicado con el auspicio de la Universidad Guillermo Urrelo. Cajamarca, 2011.

El libro de Daniel Santos Gil Jáuregui

En las páginas de entrada constan varios textos valorativos:

“Prologar un libro de poemas es una empresa sumamente difícil pues las imágenes que provoca todo texto poético son escurridizas como los inquietos pececillos de un estanque sostenido en el aire.
Pero Gil también nos habla de la rama oculta del arcoíris, de rocas que han mirado correr tantas mañanas, (…) de noticias que llegan en el pico de las golondrinas y de pájaros que pierden las ganas de volar en mitad del vuelo.
Y de cómo un diestro maestro de la magia blanca, convoca a las fuerzas sobrenaturales para hacer la vida un poco más hermosa y llevadera recuperando la vigencia de lo real maravilloso. Dicen que los viejos tienen recuerdos y los niños fantasías. El poemario de Daniel Santos tiene ambos: es una suerte de fantasía que se recuerda a sí misma”.
(Jorge Pereyra Terrones)

“Hay, en el ser humano, una tendencia umbilical y misteriosa que lo mantiene unido, donde quiera que esté, al terruño. Por eso, cuando uno emigra de su lar querido, siempre vive añorando el “bien perdido” de la infancia y siempre vive prometiéndose, con la terquedad de la nostalgia, el retorno al lugar de los orígenes.
Hay que allegarse a este libro con unción. Todo en él es teluria. Un aliento descomunal de sentirse ligado al campo en todas sus aristas: el llano, la travesía, la cuesta, el atajo, las cumbres, la bajada…”.
(Luis Cabos Yépez)

“La poesía de Cajamarca (y de Celendín. JH) nuevamente vuelve con brillo a mostrarse como pilar de la poesía peruana. Y, no es una noticia del entusiasmo, es una afirmación concreta, la cual se sustenta en el libro de Daniel Santos Gil Jáuregui, intitulado Como rama oculta del arcoíris”.
(Bethoven Medina)

Para disfrutar del arte literario de Daniel Santos Gil entrelazamos algunas ramas de su arcoíris:


Infancia

Volveré sin duda al calor de la vieja casa de adobe
En cuya cumbrera que miraba al poniente
Una tarde de mayo
Cantó un zorzal hasta perder la voz

El mismo corazón que renunció a sus alas
Para que mis brazos pudieran cortar el viento
Y a sus azules ojos
Para que mi alma alcanzara la luz
Me abrirá la puerta
Con sus renovados brazos abiertos
Como si me recibiera por primera vez

Quién me abrazará luego no sé
Pero presiento que reconocerá mi voz el añoso duraznero
Que apenas ya
Extiende sus oídos por el patio empedrado
Que ya no es
(…)
Mi padre me dice que nada es igual
Que el vecino que solía traer el alba desde el fondo del valle
Junto con su ganado se llevó
Un amanecer desesperado
El poco de cielo que pastaba en esta tierra

Nada en efecto es igual
Salvo la casa de adobe a la que regresaré siempre
En busca de la infancia

Quisiéramos entregar todo el contenido del poemario, pero la rigidez de los espacios nos limita. Entonces, unos extractos breves, como el lúdico contorneo del sol en las gotas fugaces del agua sideral, que ratifica la fidelidad del poeta Daniel Gil con la tierra que lo acogió los primeros e imperecederos años de su vida, y a la que defiende ardorosamente con su canto lírico.

Has nacido en esta tierra
Hecha del imaginario de sus habitantes
De lluvias de pájaros luminiscentes
De fabulosos corceles
Que apagan con sus coces el fuego
…………………


La luz trepará luego
Sobre las hojas
Enaltecidas
Dejará imperceptible su cuota de vida
………………….


Cae la mazorca de maíz
Salta el trigo en la era
El hombre
Se yergue jubiloso
Empieza la vida de nuevo
…………………..

Es el tallo
Imagen y semejanza del hombre
Cuya estatura
Estriba
En la profundidad de sus raíces
………………….

El alma vegetal de Orfelinda
Robándole una rama de fuego
al viento
que huye de otros vientos –en la pampa-
para decirte adiós
con aquel entrañable caldo verde
De paico nacido de sus ojos color café
…………………..

Al rescoldo de este fogón de piedra
Sobre los pullos tendidos en el suelo
También crece la rosa del amor
…………………

Lima, febrero de 2012
*