jueves, 17 de abril de 2008

MEMORIA: Abril, mes de la Letras


CARLOS OQUENDO DE AMAT

Por Jorge Horna
Este genial poeta que nació en Puno el 17 de abril de 1905, escribió un solo libro: “5 Metros de Poemas”, que está editado como una cinta larga y con dobleces a manera de un acordeón, al desplegarlo precisamente mide 5 metros. En las páginas iniciales el autor nos invita a la lectura con estas palabras: “abra el libro como quien pela una fruta”.

Carlos Oquendo de Amat fue poeta vanguardista y, también, de los lares.

CAMPO
El paisaje salía de tu voz
y las nubes dormían en la yema de tus dedos
De tus ojos cintas de alegría colgaron
la mañana
Tus vestidos
Encendieron las hojas de los árboles
En el tren lejano iba sentada
la nostalgia
Y el campo volteaba la cara a la ciudad.

El médico Carlos Belisario Oquendo Álvarez fue su padre que en simultáneo al ejercicio de su profesión fundó en Puno el periódico “El siglo” desde donde difundió sus ideas liberales: la libertad de culto, los avances científicos, la lucha contra la explotación del indio. La burocracia conservadora y el clero intolerante puneños obligaron al médico y su familia a marchar al exilio. La madre del poeta fue doña Zoraida Amat Machicao, descendiente de una ilustre familia de Moho.

Disfrutemos el siguiente poema de amor filial:

MADRE
Tu nombre viene lento como las músicas humildes
y de tus manos vuelan palomas blancas
Mi recuerdo te viste siempre de blanco
como un recreo de niños que los hombres miran desde aquí
distante
Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura
A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso
Entre ti y el horizonte
mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos
Porque ante ti callan las rosas y la canción.

En 1908, cuando Carlos Oquendo tenía tres años de edad, con su familia llega a Lima; concluye su educación primaria en una escuela fiscal y en 1917 prosigue sus estudios en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe; al año siguiente muere su padre. Termina su instrucción secundaria en 1921.
Luego se matricula en la Facultad de letras de la Universidad Nacional de San Marcos. Frecuenta círculos académicos y grupos culturales y artísticos. En 1927, Oquendo de Amat publica su extraordinario libro “5 Metros…”

5 Metros de Poemas, primera edición.

POEMA
Para ti
tengo impresa una sonrisa en papel japón
Mírame
que haces crecer la yerba de los prados
Mujer
mapa de música claro de río fiesta de fruta
En tu ventana
cuelgan enredaderas de los volantes de los automóviles
y los expendedores disminuyen el precio de sus mercancías
d é j a m e q u e b e s e t u voz
Tu voz
QUE CANTA EN TODAS LAS RAMAS DE LA MAÑANA.

Fue amigo de José Carlos Mariátegui, y en la revista “Amauta” aparecieron algunos de sus poemas. Se afilia al recientemente fundado Partido Socialista. Según el investigador Rodolfo Milla, por esos años Oquendo de Amat conoce y se vincula amicalmente con el escritor y político celendino Armando Bazán; también tuvo amistad con el entonces joven escritor huauqueño (Sucre –Celendín) Nazario Chávez Aliaga.
Por su militancia y activismo político Carlos Oquendo de Amat fue deportado a Panamá, donde su salud se quebranta. En 1936 llega a España, pero la tuberculosis acaba con su vida el 6 de marzo de ese año, antes del inicio de la Guerra Civil española y cono solo 30 años de edad.
Por su libro “5 Metros de Poemas” Oquendo de Amat está considerado como el escritor vanguardista más destacado del Perú y uno de los más importantes de América.

ALDEANITA
Aldeanita de seda
ataré mi corazón
como una cinta a tus trenzas
Porque en una mañanita de cartón
(a este buen aventurero de emociones)
Le diste el vaso de agua de tu cuerpo
y los dos reales de tus ojos nuevos.

lunes, 14 de abril de 2008

PUBLICACIONES: Personajes de la Historia Sucrense.

Los amigos sucrenses Olindo Aliaga Rojas y Gutemberg Aliaga Zegarra han escrito un hermoso libro al alimón, se trata de “Personajes de la Historia Sucrense”, que estamos seguros, será un aporte valiosísimo a la cultura celendina y peruana. En él reseñan de manera documentada las biografías de 47 personajes que han hecho la historia de un pueblo singular como el sucrense, depositario y creador de una cultura muy sui géneris aún dentro del ámbito de un pueblo singular como es el de la provincia de Celendín.

Felicitamos a los amigos Lindo y Guto por este esfuerzo que en realidad vale la pena leerlo porque los personajes antologados nos dejarán una lección de identidad con nuestra patria chica en este momento que vemos como, poco a poco, la historia y la personalidad de nuestros pueblos se empieza a desmoronar y el polvo del olvido cubre a los personajes genuinos que hicieron la historia. Mantenerlos en la memoria viva es un esfuerzo valedero porque “Ay de los pueblos que olvidan su historia”, como decía el Amauta.

viernes, 11 de abril de 2008

CRONICAS: El Inca Garcilaso de la Vega

CRONICAS: Continuamos en este mes de abril rindiendo homenaje a los escritores peruanos fundadores de nuestra tradición literaria. En esta ocasión ocupa el pedestal de las letras el Inca Garcilaso de la Vega que en sus libros “Los Comentarios Reales” y “La Florida del Inca”, publicados en 1609 y 1617, y en 1605, respectivamente, nos ilustra sobre el acontecer de toda una época: los vestigios del Incanato en contraste con la invasión hispánica, desde una perspectiva dual. Es decir, el Inca Garcilaso de la Vega asume la historia de su ascendencia y heredad aborigen y la transculturación española, como temática de su escritura. (J. H.)


"El Inca Garcilaso de la Vega", óleo de Francisco Gonzáles Gamarra

El INCA GARCILASO DE LA VEGA

Por Danilo Sánchez Lihón
(Extraído del blog
Instituto del Libro y la Lectura del Perú)

Mestizaje e identidad

El Inca Garcilaso de la Vega nació el 12 de abril de 1539 en el Cuzco, capital del imperio del Tahuantinsuyo, en el Perú, y murió el 23 de abril de 1616 en Córdoba, España.

En vida fue admirado unánimemente y se dijo de él: "Príncipe de los escritores del nuevo mundo". Y después: "El americano más insigne de la colonia". Alternó con Luis de Góngora y con don Miguel de Cervantes, con quienes mantuvo mutua estimación.

El significado actual de su vida y de su obra es inmenso no solo porque hace viva la grandeza del imperio de los incas sino porque en el reclamo de una humanidad al borde del colapso y que se debate en una encrucijada, su evocación alcanza a constituir un referente y un paradigma para buscar y encontrar nuevos caminos y atajos y ellos son fundar una sociedad sobre nuevos y recientes valores.

En ella cobran vigencia los principios andinos y resalta la ejemplaridad del modelo social que forjaron los incas. Tomando en cuenta lo que ellos pusieron en uso, es cómo solucionaremos los problemas del presente, en aspectos como la sana cultura alimentaria, la previsión social, el cuidado y respeto del bien común, el cuidado del medio ambiente.

Y es que, con la irrupción española, consecuencia del proceso de conquista, se destruyó un orden admirable que Garcilaso revive y reconstruye, al ser educado por los amautas cusqueños, quienes, no exentos de tristeza, acababan su conversación en llanto diciendo: "Trocóse el reinar en vasallaje".

Con él se da inicio a una nueva etapa en el proceso de la identidad en nuestro continente, considerándosele en este proceso como el primer mestizo espiritual de América.


Los incas gobernaron a su pueblo

Hay múltiples facetas en las cuales el Inca Garcilaso de la Vega es paradigma: como cuando nos plantea el problema vasto y hondo de la identidad. Y del mestizaje, tan visible y conturbado.

Y otro más palmario, hasta el punto de ser desgarramiento en el presente, cual es el ser migrante; aquél que se aleja de su tierra para vivir en otra ajena, evocando sin descanso su lar de origen, con nostalgia que oprime, con tristeza que agobia y tendiendo quizá hasta los brazos en dirección del hogar nativo, anhelando en el alma siempre volver.
Él intentó el regreso el año 1563. No lo cumplió en efectivo, pero sí lo hizo escribiendo, sublimando así un retorno que cada vez se fue aplazando más y más hasta el infinito.

Su obra es clave para el presente, a fin de obrar sobre la realidad con aquellos valores que sólo el Perú alcanzó a realizar en el mundo: el de una sociedad solidaria y fraterna.

Esto fue tan conmovedor comprobarlo incluso por quienes lo avasallaron, que en el testamento subrepticio de un soldado de la conquista del Perú encontramos este apunte que debe ser un ideario de lo que hay que restituir, así como preceptos para una autoridad o un gobernante genuino del presente que quisiera erigirse sobre los despojos y refundar aquí aquella utopía. Aquel soldado al hacer una reflexión sobre la cultura y la sociedad que ellos lamentablemente destruyeron, anota en su legajo final:

"Los incas gobernaron a sus pueblos de tal manera que no había ni un ladrón, ni un hombre vicioso, ni una mujer adúltera o de mala vida".

La escuela del triunfo
Pero la reflexión más significativa que nos plantean estos acontecimientos históricos y estas figuras precursoras, es sobre dos temas de enorme vigencia cuales son el del mestizaje y el de la identidad; fundamentos acerca de los cuales el Inca Garcilaso de la Vega y Túpac Amaru constituyen símbolos egregios.
El levantamiento de Túpac Amaru se hizo reivindicando a todas las razas y dicha sublevación fue para afirmar el derecho y el deber que tenía la gente originaria de este suelo a gobernarse por sí misma.

Túpac Amaru y Garcilaso nos enseñan lo que debemos ser y tener: lo primero, es un saber ser mestizos y, segundo, un saber tener identidad; mestizaje que en vez de ser una desventaja es una gran virtud, pues supone ser y contener la mayor riqueza biológica y cultural.

El maestro mexicano José Vasconcelos proclamó el mestizaje como "raza cósmica"; es decir: fuerte, colosal, poderosa; que cohesionaba a los pueblos, símbolo de la igualdad, de la democracia y de la fe en el futuro del hombre.

Pero, además de saber quiénes somos, hay que identificarnos con aquello que debemos seguir siendo por imperativo moral; es decir, asumir nuestro destino, defenderlo y quererlo, que es lo que nos enseñan Túpac Amaru y el Inca Garcilaso, quienes al decir de Don Jorge Basadre:


"Hicieron de la negación y el fracaso, la escuela del triunfo".

martes, 1 de abril de 2008

CARTA: Alfredo Pita, al Ministro del Interior

Amigos periodistas y comunicadores:
Los silenciamientos son algo a que estamos ampliamente acostumbrados los peruanos, pero felizmente ahora es posible intentar romper los cercos.
Les repito abajo una carta que envié al Ministro del Interior por el encarcelamiento injusto y criminal de la estudiante y poeta Melissa Patiño.
Nunca me he callado en el pasado y no pienso hacerlo ahora.
Gracias, los saluda,

Alfredo Pita
Escritor y periodista

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Ver su blog: Honda Lejana
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CARTA AL MINISTRO DEL INTERIOR

París, 30 de marzo de 2008
Señor Ministro del Interior:
Desde hace más de un mes, la joven estudiante y poeta Melissa Patiño se encuentra en la cárcel acusada vagamente de planear complots contra la seguridad de las cumbres diversas que este año van a realizarse en el Perú y también, al parecer, contra el orden democrático y la seguridad del Estado.
Las autoridades que han ordenado su detención, y me dirijo en primer lugar a usted, señor Ministro del Interior, no han aportado al conocimiento de la opinión pública la menor prueba que justifique el tratamiento que está recibiendo Melissa Patiño, quien está actualmente, me informan, en un pabellón para delincuentes comunes.
Esto es inaceptable, pues todo parece indicar que las acusaciones contra ella no pasan de ser un delirio exagerado, además de una flagrante violación de los más elementales derechos humanos.
Las autoridades del Perú, junto con velar por el respeto de los derechos humanos, deberían proteger la imagen que dan del país y ésta no gana encarcelando, sin pruebas, a poetas casi adolescentes.
Hoy tenemos que, en el Perú, se puede encarcelar a alguien por más de un mes sin más razones que vagas sospechas. Se acusa de terrorismo a alguien que no pasaría de ser una joven idealista con suerte (o mala suerte, según como se vea). Según sus propias explicaciones de joven estudiante, su viaje a Ecuador habría sido más fruto del azar que un deliberado empeño de ir a una cita política, puesto que ni siquiera milita.
En todo caso, el tener ideas determinadas, el acudir a eventos culturales, e incluso políticos, ¿es ahora un delito en el Perú? No quisiera generalizar, pero este tipo de excesos se emparentan extrañamente con el macartismo, y, si permitimos que esto prolifere en el país, mañana nadie estará a salvo de la caza de brujas.
Libertad para la estudiante y poeta Melissa Patiño.

Alfredo Pita
Escritor y periodista
Dni 06519037
alfil01@gmail.com

POESÍA: Abril, mes de las letras

El blog Espina de Maram se propone rendir homenaje en este otoñal abril a quienes con su pluma, su vida y sus sueños, nos legaron esencias que nutren nuestro pensamiento y espíritu, y nos impulsan a continuar en la lucha por la lectura.

CÉSAR ABRAHAM VALLEJO MENDOZA

Por Jorge Horna
El 15 de abril de 1938 fallece en París (Francia) el gran poeta universal, compatriota nuestro, César Vallejo, a la edad de 46 años.
Murió con la palabra en ristre hecha poesía, discurso comprometido con la sociedad, protagonista de los acontecimientos revolucionarios suscitados en su tiempo. Palabra y acción que lo dignifican como paradigma humano.
Mucha tinta sigue vertiéndose para abordar la vida y la obra de César Abraham Vallejo Mendoza.
Hay un hecho que marcó su sensible ser: cuando él en sus continuos retornos a Santiago de Chuco, donde nació el 16 de marzo de 1892, fue víctima de la infamia, acusado de la autoría intelectual del incendio que se produjo en la propiedad de uno de los acaudalados de la localidad santiagochuquina.
Sus perseguidores, a sabiendas de la inocencia del poeta, se empecinaron hasta confinarlo durante casi cuatro meses en la cárcel de Trujillo (noviembre de 1920). Cuando la preocupación y posterior presión de escritores trujillanos, limeños, puneños, chiclayanos; estudiantes universitarios y amigos se hizo sentir, entonces fue liberado (febrero 1921). Sin embargo, el tormento continuó.
Cuando Vallejo se traslada a Lima, fue “notificado” reiteradamente por el mismo aberrante asunto por la torpeza y sadismo de algún juececillo, pues el “caso” aún no se había cerrado. Esta es una de las razones que influyeron para que el poeta decidiera marcharse a Europa (1923). Incluso estando en Francia seguían aquellas “notificaciones”.
El Estado peruano, el Poder Judicial, tiene pendiente con César Vallejo, sus descendientes y la intelectualidad popular, las disculpas públicas.
En Europa César vallejo se desplaza por varios países: España, en distintos años, donde se adhiere a la lucha de los patriotas españoles republicanos que combatían con las ideas y las armas contra las hordas fascistas.
Lee y estudia las obras de Carlos Marx, abraza el socialismo, y en 1928 y 1929 viaja a Rusia, acompañado por su compañera Georgette Phillippart; en ese país es impactado por las grandes realizaciones del primigenio sistema socialista soviético. Escribe su obra “Reflexiones al pie del Kremlin”.
Fue en París donde el vate realizó la más intensa actividad literaria e intelectual. Dentro de su vasta producción (ensayos, artículos periodísticos, novelas, cuentos, dramas teatrales), cuatro son los poemarios en los que Vallejo expone su dolor, la angustia de la humanidad: “Los heraldos negros”, “Trilce”, “Poemas humanos”, “España aparte de mí este cáliz”.



M A S A

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: “No mueras, te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
“No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
Clamando: “Tanto amor y no poder nada contra la muerte!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: “¡Quédate hermano!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…
(De: “España aparta de mí este cáliz”)


Poema LXV
(Fragmento)

Madre, me voy mañana a Santiago,
a mojarme en tu bendición y en tu llanto.
Acomodando estoy mis desengaños y el rosado
de llaga de mis falsos trajines.

Me esperará tu arco de asombro,
las tonsuradas columnas de tus ansias
que se acaban la vida. Me esperará el patio,
el corredor de abajo con sus tondos y repulgos
de fiesta. Me esperará mi sillón ayo,
aquel buen quijarudo trasto de dinástico
cuero, que para no más rezongando a las nalgas
tataranietas, de correa a correuela.


Poema XVIII
(Fragmento)

Oh las cuatro paredes de la celda.
Ah las cuatro paredes albicantes
que sin remedio dan al mismo número.

Criadero de nervios, mala brecha,
por sus cuatro rincones cómo arranca
las diarias aherrojadas extremidades.

Amorosa llavera de innumerables llaves.
si estuvieras aquí, si vieras hasta
qué horas son cuatro estas paredes.
Contra ellas seríamos contigo, los dos,
más dos que nunca. Y ni lloraras,
di, libertadora!
(De: “Trilce”)


IDILIO MUERTO

Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita
de junco y capulí;
ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita
la sangre, como flojo cognac, dentro de mí.

Dónde estarán sus manos que en actitud contrita
planchaban en las tardes blancuras por venir;
ahora, en esta lluvia que me quita
las ganas de vivir.

Qué será de su falda de franela; de sus
afanes; de su andar;
de su sabor a cañas de mayo del lugar.

Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje,
y al fin dirá temblando: “Que frío hay… Jesús!”.
Y llorará en las tejas un pájaro salvaje.
(De: “Los heraldos Negros”)


PIEDRA NEGRA SOBRE
UNA PIEDRA BLANCA

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París –y no me corro-
talvez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos…
(De: “Poemas humanos”)