domingo, 16 de agosto de 2009

LIBRO: Un marco para "Pláticas del viento"

Por gentileza del poeta Jorge Wilson Izquierdo reproducimos las palabras que expresó en la presentación del libro de Manuel Sánchez Aliaga (NdlR).

BIENVENIDA A PLÁTICAS DEL VIENTO
Por Jorge Wilson Izquierdo
Si por un instante volviésemos los ojos hasta una remota perspectiva, encontraríamos que la narración se da únicamente en el aspecto oral, en cuentos, mitos, leyendas y tradiciones. De donde, propiamente para hablar de ella, hemos de partir de tres épocas a que corresponde nuestra historia:
-El período luego de la conquista española.
-La emancipación de España, y
-La segunda liberación a comienzos del Siglo XX.
Originariamente, casi todos los escritores se identificaron como cronistas, es decir, se volcaron al pasado del Imperio Incaico o a la incursión española en nuestro territorio. Es el momento en que destacan el Inca Garcilaso de la Vega y Felipe Huamán Poma de Ayala entre muchos otros. Posteriormente, fermentó el espíritu libertario en vista de la crueldad desatada contra los indígenas, aparte de la depredación material con que fueron victimados aún más. Así nació la literatura indigenista para reivindicar del grado de postergación en que el país se encontraba sumido y que a la postre rompió las cadenas del esclavismo. Pero el hombre andino, altoandino y tribal, continuaba en la marginación, aflorando voces nuevas en la política y en los escritores dispuestos a revertir ese orden de cosas por nuevas formas de vida, trabajo y prosperidad. Allí figuran ya Manuel Gonzáles-Prada, José Carlos Mariátegui, Clorinda Matto de Turner, Luis E. Valcárcel, nuestro comprovinciano Nazario Chávez Aliaga, etc. Toda la mirada del arte en general, estuvo de parte de esa entraña telúrica que subrepticiamente iba forjando otra en las grandes masas urbanas, expuestas a otras confrontaciones en el tráfago por la supervivencia. EL socialismo se esgrime como panacea de los avatares de la costa, sierra y selva; mas, la propia historia que establece los sistemas, los desecha en ese afán por una meta verdadera. Surgió entonces una literatura agraria y luego la urbana, denunciando los estragos del hombre en barracones y barriadas veinticuatro horas al día. Destacan allí su compromiso una vez más José María Arguedas, César Vallejo, Ciro Alegría, Enrique López Albújar, Sebastián Salazar Bond y, Alfredo Bryce, Manuel Scorza, Enrique Congrains, Julio Ramón Ribeyro, Luis Urteaga Cabrera, entre otros que sería largo enumerar.

El poeta Jorge Wilson Izquierdo con una de sus nietas (Foto Charro).

La narrativa es un género literario en prosa, constituido por la novela en sí, la novela corta y el cuento. Este puede ser un relato puramente estético, sin hora ni lugar, una ficción hecha realidad o una realidad hecha ficción. Y allí radica, justamente, el mérito de la pluma para que el mensaje vaya cundiendo en su vuelo. En muchas producciones el cuento, como cualquier otra forma literaria, puede ser de creatividad, de rescate o de vivencias. Puede ser concreto o elusivo, por eso es muy controvertible. Hay extensos tratados y entre ellos, últimamente, “Las teorías del cuento corto”, del norteamericano Charles E. May, basado en 135 libros y artículos al respecto, habiendo, inclusive, autores como Horacio Quiroga y Richard Kostelanetz, que dan recetas para escribir cuentos impecables.
En nuestro caso, convendremos que Celendín tiene su propia tradición narrativa, habiendo producido hasta best-sellers como el de Oscar Medina Zevallos, quien, por su obra “El enigma de Machu Picchu, 500 años después", ascendió a la altura del brasileño Paulo Coelho y mereció la medalla de honor del comando sur del ejército de EEUU en 1990. ¿Y sabemos de dónde es este sorprendente escritor?, de Chalán, Miguel Iglesias y actualmente vive en el Cuzco. Así, muchos de nuestros autores han sido galardonados en el país y en el extranjero.
En cosa nomás del último decenio aproximadamente, Celendín ha sido gratificado con esfuerzos insoslayables -sin contar a los viñedos periodísticos-, con obras de valía que colocan su nombre en el asta del reconocimiento general. De allí el imperativo de referirnos a algunas de ellas y sus autores:

a) De pensamiento, ensayo o investigación:
- Cajamarca-Celendín tras la ruta de su regionalización y desarrollo.- Tito Zegarra Marín (2002)
- Democracia y justicia falaces.- Gustavo Aliaga Díaz (2005)
- Arte precolombino y barroco colonial.- Daniel Quiroz Amayo (2007)
- Celendín en la cuenca del marañón.- Tito Zegarra Marín (2008)
- Personajes de la historia sucrense.- Gutemberg Aliaga Zegarra y Olindo Aliaga Rojas (2008)

b) De narrativa: novela, cuento y folclorismo:
- Y de pronto anochece.- Alfredo Pita (1987)
- Alegorías del amor.- Walter Linares Z. (1998)
- El sueño del floripondio.- Gutemberg Aliaga Zegarra (1999)
- El toro diamante.- Douglas Rojas Z. (2006)
- Tahuán.- Gregorio Díaz Izquierdo (2006)
- Ingenuidades pueblerinas.- Arquímedes Chávez Sánchez (2006)
- Más acá del silencio.- José Pereira A. (2007)
- Memorias del corazón.- Elmer Chávez S. (2007)
- Los ejemplos del abuelito Juan.- Alexander Villar Sánchez (2008)
- Folclor vivo de mi pueblo.- Manuel Silva Rabanal (2009)

¿No es esto en gran medida confortante? Bueno. Valga este breve terraplén, para acceder a una obra más que nos llega en alas de esta noche: nada más y nada menos que Pláticas del viento, de nuestro archiconocido e inquieto profesor Manuel Sánchez Aliaga, dueño de una formación humanística en el campo del teatro, poesía, periodismo, dirigencia sindical, funcionario docente, actor, miembro de instituciones progresistas, etc. que, violentando las puertas de su silencio narrativo, nos entrega este pan y vino comulgantes con el trajinar del alma, tanto en el bien como en el mal, en el placer o el sufrimiento, la ternura o el odio, de esta vida o de la otra, etc., a veces tan crudamente pero con el respectivo contrapeso de circunstancias y personas muy bien reflejadas, pues, de los errores y del mal también se aprende.
Esta producción, ora atmósfera de perlas y humor, ora de sombra y abismos de la fatalidad, se divide en tres secciones: Fantasías de don Luis, Historias de Julio y Verdadera historia del Temible Cazador, que, a su vez se desglosa en 33 subtítulos que en una simbiosis de ficción y realidad, habremos de reconocernos como identidad genuina o reconocer -subliminalmente- a los personajes, canteras de fuerza, ingenuidad o de tal agudeza muy capaces de arrancarle a la tristeza una carcajada consecuente al carácter festivo e interminable de su autor. Al descorrer los textos al milímetro tallados, sentiremos las sensaciones que no dejan resquicio alguno, porque desde el rudo potentado hasta la meretriz y su celestina, caen por igual en su camino. Nos puede chocar, pero quien solamente traduce la vida puede sentirse tranquilo.
La mayoría de los relatos tiene su propia carga psicológica, tal vez detonante, en un entorno tan lleno de trastiendas e intereses creados, según puede desprenderse por ejemplo de "Abyección" o de "Censurable impunidad"... Este último, es más una sentida crónica por el atentado mortal a un artista celendino que tenía en sus manos el prodigio de la acuarela, de las notas musicales y de sus labios la defensa de los proletarios. Muy subjetivamente sabemos de quien se trata y a tanta distancia del tiempo, convergemos en señalar la impostura y la impunidad.
Llegado a este punto quisiera adelantar solamente dos muestras de esta obra singular Pláticas del viento, relacionadas precisamente con dos de sus momentos: la primera "Desconocido", que lo haremos en síntesis dado el caso. "llegó un día cualquiera y del hotel a la semana pasó a una casucha en las afueras de la ciudad. Saludaba e iba ganando la confianza de la gente. Quería conocer el país en su exacta dimensión. Tomaba notas y fotografías como estudiante de sociología y empezó hablar de política con oratoria convincente. Desaparecía algunas noches, pero solían verlo regresar por las mañanas sin saber de dónde... A poco grupos de campesinos, obreros, mercaderes, se volcaron a las calles con reclamos a las autoridades. Se sumaron maestros, estudiantes, etc., que chocaron con la represión policial. Volantes contra el gobierno y arengas para tomar el poder. El ejército fue brutal cuando aparecieron banderas rojas con la voz y el martillo. Muertos, presos y desaparecidos. Torturas, fosas comunes. Se culpó a los "terrucos", a los soplones, con muchas incógnitas abiertas en medio de llanto familiar por tanta desolación... Y, el Desconocido, que nunca dio nombre falso ni verdadero, también desaparecido"...
Enseguida una del anecdotario del Temible Cazador, a quien "una noche la oscuridad obligó a apearse de su caballo y con la soga amarrarle a una delgada rama. Al clarear el otro día, el caballo trataba de soltarse de la rama e inexplicablemente, mucho más allá de dónde lo habían amarrado. Y, lo peor, creyó ver que la rama también jalaba y jalaba al animal. Era que en la noche anterior, lo que había tomado por rama fue la pata de un enorme venado que estaba allí durmiendo. Capturarle ya fue cosa fácil y se lo llevó vivo para disfrutar con sus amigos de la finísima carne"...
Y así, por el estilo, encontraremos una ingente veta que explorar en este trabajo de absoluta vocación por lo nuestro y mucho más. Al mismo tiempo, imposible pasar por alto, las importantes ilustraciones de nuestro crédito artístico Jorge Chávez Silva, de una dignidad costumbrista tan sugestiva como fruto de orgulloso amor. Felicitaciones también a él. Y qué decir de la carátula por nuestro malogrado pintor Alfredo Rocha Zegarra.
Pláticas del viento entrecruza dispares sensaciones y sopla de todas partes con el corazón a cuestas y la esperanza en algún lugar. Cuando lea usted la obra, ante sí tendrá el gran teatro del mundo con todos sus estratos que si no guarda de historia, un cuento lo irá intensificando. Que este hito de Manuel Sánchez Aliaga, sea uno de los otros que a su vida y talento tienen derecho. Y si tomamos en cuenta la permanente floración de autores, Celendín no debe ser solamente la tierra del sombrero y el chocolate sino también de la pluma. Finalmente, gracias Manuel. Hubiese querido dar únicamente contigo un grito de triunfo, pero eran necesarias algunas consideraciones. Cumplo así, con la presentación de tu primera obra ante nuestra colectividad y le deseo la mejor de las suertes en su rumbo. Mis sinceras felicitaciones.

Celendín, 30 de julio 2009.
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1 comentario:

oscar medina zevallos dijo...

Estimados paisanos: Soy Oscar Medina Zevallos autor de los libros El enigma de Machupicchu, Mystery on the Inka trail, Buscando la ciudad de Kristal y en prensa Ojo de Puma, persona que generosamente mencionan en su articulo publicado.
Naci en Chalan, Celendín. actualmente he cumplido 72 años. Vivo en Cusco, E-mail: osmedinaze@hotmail.com Soy miembro de AMEA Asociacion Mundial de Escritores Andinos. Presidente James Arevalo. ameacusco@gmail.com (en Facebook). me gustaría relaciornos e intercambiar publicaciones. Gracias.