lunes, 19 de abril de 2010

ABRIL, MES DE LAS LETRAS

Por Jorge Horna
En el devenir del desarrollo de la literatura peruana (incanato, conquista, colonia, república), los libros publicados por César vallejo marcaron un hito que, pese al ninguneo de los inicios, se consolidó como una vanguardia literaria no sólo en el Perú, sino en Latinoamérica. Vallejo logró encontrar un nuevo lenguaje y expresar una insólita sensibilidad en la arquitectura de su labor poética.

La traducción de sus obras a muchísimos idiomas, así como el establecimiento de las Cátedras Vallejo en diversas universidades europeas, corroboran que el vate nacido en Santiago de Chuco es un referente intelectual.

Instituciones culturales del país año a año desarrollan homenajes conmemorando el deceso de Vallejo (15 de abril de 1939). También, como feliz coincidencia, en este mes se recuerda el fallecimiento (16 de abril de 1930) de José Carlos Mariátegui, otro de los grandes pensadores que parió la patria nuestra. Recordar al Amauta es motivo de reflexión sobre los temas que abordó con su nutrida producción intelectual, dirigida a hallar los caminos que permitan hacer del Perú un país socialista, con rostro nuevo, espíritu humanista y una praxis democrática, libertaria e igualitaria.

Espina de Maram en este mes de la Letras también rinde tributo a los escritores celendinos. Con el reconocimiento y valoración de la tradición literaria celendina y los frutos y aportes de las nuevas generaciones, tomamos a dos paradigmas: Julio Garrido Malaver y Alfonso Peláez Bazán. El primero con su poesía rebasada de cotidianeidad y perenne reflexión existencial; y con sus relatos y cuentos conmovedores, el segundo.


Julio Garrido Malaver, primero de los sentados de izquierda a derecha, integrando el grupo "Norte"

Publicamos un poema dedicado a Garrido escrito por el sanmiguelino (Cajamarca) Víctor HugoAlvitez Moncada.

Korequenque de naranjos y madreselvas

A Julio Garrido Malaver

La siembra latente
siempre la iniciábamos con nuestros azadones
e infinitas esperanzas
en aquellas tierras
que jamás debimos desasirnos.
Aquel día
cuando corrió la noticia de tu muerte
fuerte estaba el sol
como tu afecto e inclaudicable fe.

Es temporada
donde ruedan los chungos del Marañón
desgajando estruendosamente nuestro corazón
¿Y quién sabía
que en Trujillo
despojaban de su nido
al korequenque de naranjos y madreselvas?
¡Felizmente hubo tiempo
de despedirnos y abrazarnos
en el tiempo y la distancia
hermanos amigos
en la tierra
el sentimiento
el destierro
el sufrimiento
el río abajo
la ribera
la choza
la canoa
las ilusiones
el cielo!

Ese día cómo aullaron los perros
del Casiano Alva
por todos los caminos
sin fin de tu Celendín
cristalinos y sabios
por todas las casas y caseríos
hornos de paz y amor.

A nosotros…
-los muchachos-
quienes te admiramos
nos encargaron especialmente
seleccionar los mejores fósiles
de la Pampa Culebra
y con el rostro de su dimensión
¡perennicen la vida
el magisterio
los ideales
los picos
las estrellas!

Vamos Maestro
en búsqueda de cóndores pétreos
en las canteras del Perú.

Víctor Hugo Alvitez Moncada

Víctor H. Alvitez. San Miguel (Cajamarca). Gestor cultural; ha publicado los poemarios:Huesos musicales, Confesiones de un pelícano…,Torito de penca, Árbol era esa mujer.

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La próxima entrega: Una entrevista al narrador, el Maestro Alfonso Peláez , realizada el año 1992.

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