domingo, 9 de septiembre de 2007

POESIA: Jorge W. Izquierdo

Un jovencísimo Jorge Wilson a la entrada de su barrio, El Cumbe.


MUCHO NIÑO, MUCHO MUNDO


Por Jorge Wilson Izquierdo

Niño del alba
recorre travieso la huella
de sílabas que recortando suspiros
sacan esperanzas.

Salta tu alegría melodiosa
la soledad praderal que subyace
orillando vientos. Resucita aguas
y boga en nubes que saben de cuentos...
quédate niño en nosotros
en fila,
corredores y en el patio
de La Feliciana, Pilco y Chupset
hasta cuando tus remos
permitan ese vuelo inmensurable
en pos del perdón que agoniza
en carne viva,
roca viva,
sangre viva. Al germinar de tartufos
en raíces pálidas de la orfandad...

Y quisiéramos arrancarte
siquiera por un día de esas nubes
lloradoras
hacia una paz de paces:
¡Fuera artesas en los lavaderos,
fuera pozas de maceración
del sarro de aguas sepulcrales
del terokal, o del alcohol
de tus verdugos impunes
que destruyen tu pobre integridad!...

Y se vaya poblando el universo
tan sólo de fanales encendidos
a dos manos en fe multitudinaria,
a dos manos gran oasis de amor...

Para ti, niño mío, es el mundo demasiado,
pasas famélico y triste
sediento aun de una voz de madre
y sin llegarte a nada. Nada
del fondo de Dios, de las almas
o del Hombre...

Espera todavía, por favor, espera,
ya renace mi otro corazón
para entregarte
y los dos morir en paz...

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