martes, 22 de marzo de 2011

TEATRO: Semblanza del dramaturgo Grégor Díaz

Tenemos el agrado de publicar el testimonio del artista Magno Serván Meza, compañero y amigo de nuestro paisano, el escritor y dramaturgo Grégor Díaz, con quien compartió, además de los estudios, inquietudes artísticas tempranas que los llevarían definitivamente por los caminos del arte. Agradecemos la deferencia de hacernos llegar su artículo, que valoramos en la intesidad y sinceridad que le ha impreso el autor (NdlR).

GRÉGOR DÍAZ, ACTOR Y ESCRITOR AL QUE LA VIDA HIZO DRAMATURGO

Por José Carlos Magno Serván Meza
Soy locutor y músico, nacido en mi querido Surquillo, además de aficionado a escribir estas reseñas. Siendo escolar en 1950, hice de actor en las emisora Miraflores y Nacional. Incentivado por ello debuté en El Sol con Elías Roca y ese 1954 gané un concurso de Radio Victoria. Ingresé a Canal 4 en 1970 hasta el 95, año de mi renuncia. Soy acordeonista y tecladista. Sigo actuando como "Carlos Serván y sus Teclas".

Me llamó la atención oír en un programa del Cable la mención de Grégor Díaz como autor de una serie de obras literarias, llevadas a escena en el Teatro peruano. Resulta que este personaje, nacido en Celendín y quien trajeron a Lima a los dos años de edad, fue compañero mío en el Colegio Fiscal 401, en nuestra primaria e inolvidable etapa escolar, cuyo local estaba en la avenida Primavera de Miraflores. Allí, todos los chiquillos de Surquillo aprendimos, desde un inicio, lo elemental de nuestra instrucción.

Grégor Díaz con artistas de la Tv. (Foto del autor)

Era otra la enseñanza. Con profesores de vocación y entregados a la sagrada obligación de preparar buenos contingentes humanos para la Patria. El niño Gregorio, venido de Celendín, se crió en mi querido barrio de Surquillo, en aquellos tiempos, todavía no considerado distrito. La misma época de Reynaldo Naranjo el poeta y, algo mayor que nosotros, José Chiarella, buen futbolista y luego entrenador. Mauro Mina y Roberto Dávila, este último al que me atreví a retar en "chócala para la salida" y que sería Campeón Nacional de los "Pesados".
Aquel palomilloso Gregorio que creció en el ambiente surquillano y fuera huérfano de padre, me parecía un niño soñador y bebía de aquellas costumbres y tratos populares. Era sano y muy sacrificado porque ayudaba a su madre, como muchos de los compañeros estudiantes. La hora del recreo nos unía y servía para alimentar a "La Abeja", el mural que exponía las poesías de Naranjo, Díaz, Serván y otros con la innata vocación de escribir. Quién diría que, terminada esta hermosa relación primaria, nos volveríamos a juntar en 1954.
En efecto fue en radio "Victoria". Ya no era Gregorio. Ahora se hacía llamar "Crégor Díaz". Estábamos algo cambiados por el desarrollo físico y en un desayuno en el que terciaba Juán Felipe Montoya, me enteré de sus verdaderas intenciones. Tuvo que bregar mucho para abrirse camino. Nosotros ya fungíamos de locutor. Un mal día no volví a saber más de él y con los años sabía de sus incursiones en el Teatro Peruano. La misma época de Ernesto Ráez, Alfredo Bouroncle, Figueroa y otros que que lograron triunfar.
Nació el 21 de Abril de 1933 y sin nuestro permiso, como lo diría Ernesto Ráez, partió al más allá en 2001. Se convirtió en dramaturgo y es así como se le recuerda. No logró consagrarse como actor y perdió tiempo precioso en la televisión. Cuando descubrió su talento de escribir, de narrar hechos de la vida que le tocó observar, no desperdició un sólo instante y, sin haber sido bueno con la gramática, lleno de coraje y voluntad, nos regaló con muchas obras que hoy la juventud teatral sabe reconocer como excelentes.
"Grégor Díaz", hizo el primer intento con "Los del 4" y el recordado Reynaldo DÄmore lo llevó a la escena con resonante triunfo. Vendrían "La Huelga", dirigida por Ráez, "Sin Ton ni Son", "El Círculo de Barro", "Cercados y Cercadores", "Harina Mundo" y otras interesantes producciones que pueden hallar en Internet. Un Dramaturgo en toda la extensión de la palabra. Lamento haberlo perdido. Para nosotros, un ejemplo de "querer es poder". Seguimos sus pasos, no a su altura, y es nuestro orgullo como amigos de toda la vida. Gracias.

lunes, 21 de marzo de 2011

EL REALISMO SOCIAL DEL DRAMATURGO GRÉGOR DÍAZ

Celendín le debe un reconocimiento y valoración a Grégor Díaz por su trayectoria intelectual y su producción literaria que desplegó a lo largo de sus 68 años de vida.

Grégor Díaz Díaz nació en Huacapampa (distrito de José Gálvez, Celendín) el año 1931, falleció en Lima el año 2001. La extensa obra dramática que escribió ha sido acogida y representada por diversos grupos teatrales.



El domingo 20 de marzo de este año, asistí a espectar la puesta en escena de la obra Cercados y cercadores, en el local de la Casa de la Literatura Peruana; los actores integran “El Cuadro Teatro”.

En el volante que se distribuyó esa noche se lee: “Grégor Díaz es un reconocido autor teatral peruano que captó la atención de connotados directores, actores y actrices a finales de la década de los 60 e inicios de los 70, y su vigencia sigue en pie, por el tono de denuncia que caracteriza sus piezas.
En cada una de las obras que han sido escritas por este autor celendino se evidencia la denuncia, la protesta y la solidaridad con los marginados y desposeídos. En esta oportunidad y gracias al auspicio de La Casa de la Literatura, se presenta la obra Cercados y cercadores (1971)”.

Cercados y cercadores tiene como motivación las circunstancias por las que atraviesan hombres y mujeres desocupados, que no hallan trabajo en el país; el chantaje a las jóvenes mujeres de los soberbios empresarios; la discriminación por la edad, raza, idioma, estrato social, etcétera, es la característica oprobiosa del sistema capitalista, hoy denominado neoliberalismo.

El contenido de los dramas que escribió Grégor Díaz expresan el anhelo de una sociedad sin explotados ni explotadores, sin mendigos ni adoradores del dinero, sin individualismos y egoísmos. Un mundo donde la justicia social sea pan de cada día, humanismo e igualdad de oportunidades. Es un teatro comprometido con las penurias del pueblo, que refleja la realidad social de nuestra patria y las esperanzas de un cambio cuyos protagonistas serán aquellos que por centurias han heredado la pobreza y marginación.


Jorge Horna

Lima, 21 de marzo de 2011

martes, 15 de marzo de 2011

LIBROS CAJAMARCA, CAMINOS DE POESÍA

El año 2006 se publicó el libro Cajamarca, caminos de poesía con los auspicios de la APECAJ (Asociación de poetas y escritores de Cajamarca) y de la municipalidad provincial de la referida ciudad. Tengo entre manos el volumen gracias a la generosidad de Socorro Barrantes Zurita.

En el prólogo, Jaime Abanto Padilla expresa que “se trata simplemente de una reunión poética ordenada alfabéticamente”. De los 125 (ciento veinticinco) nombres incluidos , solo 29 autores alcanzan la calidad en las escritura de versos. Se debió hacer una selección más rigurosa para las 300 páginas del libro, que tiene además un formato de hoja A4.


Los datos biográficos y poemas de varios de estos 29 autores, han sido extraídos textualmente del libro Poetas de Cajamarca, publicado por Luzman Salas el año 1986. Así lo indican las anotaciones en el libro.

Entre los que justifican su escritura poética, hay varios autores consagrados cuya obra de algún modo ha sido difundida; también están jóvenes promesas.

De Hualgayoc, Oscar Imaña se ubica en la tradición literaria del norte del país, y los jóvenes Jaime Padilla Abanto y el siempre prolífico William Guillén.

De la provincia de Cajamarca, Amalia Puga de Losada encabeza la relación con su cuidadosa escritura; le siguen Socorro Barrantes, Esteban Quiroz, Nimia Morales, Rodolfo Pereyra Terrones, Aurora Alva Centurión, Luis Arbitres Mendo (aunque hoy más dedicado a la pintura); y noveles que pueden alcanzar logros mayores: Carlos Cabrera Miranda, Ricardo Ravines Mondoñedo, Francisco Sarmiento Cerquen y Guillermo Torres Ruiz.

Víctor Albitez Moncada y Camilo Terrones Cotrina de San Miguel de Pallaques, son los autores incluidos; se omitió al enorme poeta Demetrio Quiroz Malca.


Los ya clásicos Mario Florián y Marco Antonio Corcuera por Contumazá . Elvis Flores Mostacero en búsqueda de afirmación poética.

Julio Garrido Malaver, Irene Pereyra de Vásquez, Jorge Díaz Herrera y Jorge Wilson Izquierdo son los poetas que representan a Celendín, ellos son autores que han publicado poemarios. Gutenberg Aliaga con su empeño de forjar un sello personal a su escritura.

La provincia de Cutervo representada por un solo poeta, el investigador, crítico literario y docente universitario, Luzman Salas.

No aparece la obra que ha sido reconocida y valorada por la crítica de su tiempo, de Antenor Orrego (Santa Cruz), Nazario Chávez Aliaga (Sucre, Celendín), Anaximandro Vega (Chota), Demetrio Quiroz (San Miguel), y otros de generaciones más recientes.


El libro Cajamarca, caminos de poesía, recoge también la producción de 5 autores –reitero, con buena escritura- que no habiendo nacido en Cajamarca, desarrollaron en esta ciudad su trayecto literario y cultural. Ellos son: Manuel Ibáñez Rossaza (Lima), Bethoven Medina (Trujillo), Manuela Serrano (España), Virgilio Montoya (Urubamba, cusco) y Ricardo Cabanillas Aguilar (Pacasmayo).

Es nuestro deber reconocer el gran esfuerzo realizado para la edición y publicación de Cajamarca, caminos de poesía; también nos impele la obligación de manifestar que un trabajo de esta índole requiere investigación y un estricto sentido de tomar en cuenta la calidad de los textos, que en realidad deben reflejar literatura, es decir el tratamiento elevado del lenguaje y los contenidos.

Jorge Horna

Lima, marzo 2011

miércoles, 2 de marzo de 2011

PUBLICACIONES: CELENDÍN, LA CIUDAD AZUL al oeste del Marañón

Con la concurrencia de condiscípulos de colegio, amigos de infancia, paisanos y familiares, Raúl Díaz Chávez presentó su libro Celendín la ciudad azul al oeste del Marañón (edición del autor. Lima, 2010), en el local de la Asociación Celendina, el viernes 25 del presente.

Wálter Chávez Tejada hizo la exposición sobre el contenido del libro, que despertó interés en el auditorio, pero por lo extensa que fue, palideció un tanto.

En la intervención del autor se pudo percibir la abundancia de datos que investigó para estructurar y concretar Celendín la ciudad azul, que pretende desde una perspectiva histórica, desvelar y explicar el origen tan peculiar y la fundación de Celendín en el siglo XVIII.


Según Díaz Chávez, las etnias que confluyeron en el valle celendino se remonta al largo trayecto que realizaron judíos y árabes españoles y portugueses, que huyendo de la persecución de la iglesia católica a través de la Santa Inquisición, se asentaron finalmente en la planicie rodeada por los cerros Jelij, Tolón y Pumarume, y que en el porvenir se extendieron a todo el territorio de lo que hoy es la provincia.

Afirmó también, que en su peregrinaje después de vencer los mares oceánicos, las selvas inhóspitas y el río Amazonas, estos árabes y judíos vivieron un tiempo en la ciudad sanmartinense de Rioja, allí instalaron sus negocios estableciendo tres rubros: la ruta del sombrero, del chocolate y después, en Chachapoyas, la ruta de la “sal chacha”. Así explica el avance de aquellos grupos europeos que paulatinamente llegaron a establecerse en territorio celendino. El vocablo Zelaheddin de origen árabe se transformó más tarde en Celendín.

El libro Celendín la ciudad azul es un relato con abundantes descripciones y detalles que refiere los acontecimientos que convulsionaron la antigua historia española; hay una hibridación de hechos reales y ficticios del periplo de las etnias judeo árabes perseguidas por razones religiosas.

Víctor Raúl Díaz Chávez, nació en Pataz (La Libertad), pero desde su primera infancia vivió en Huacapampa (distrito de José Gálvez) y en la ciudad de Celendín, donde hizo sus estudios primarios y secundarios, y en la ex Escuela Normal se graduó de profesor de Educación Primaria. Desde el año 2005 ejerce el cargo de vice ministro de Gestión Institucional en el ministerio de Educación.

En la culminación del evento, el presidente de la Asociación Wilson Silva Ramos, pronunció su breve disertación protocolar; Ciro Sánchez Celis, al comienzo de la ceremonia, de modo coloquial esbozó los datos biográficos del autor. Y como siempre, Luis Aliaga Bardales condujo con entusiasmo el desarrollo del programa.


Actos culturales, literarios y artísticos (pintura, música, teatro) e investigaciones intelectuales, deberían ser una constante dentro del proyecto de actividades de la Asociación celendina de Lima.


Jorge Horna


Lima, 1 de marzo de 2011-03-01