Aquí una minúscula muestra de enorme e intenso contenido patriótico que irradia el auténtico espíritu de lucha y entrega de los hombres y mujeres del pueblo.
José Gabriel Condorcanqui Noguera, "Túpac Amaru",
caudillo de la mayor rebelión anticolonial de sudamérica
Arenga al peruano
Mario Florián
No te sientas pequeño, hombre común peruano,
peruano de estos días: pregona tu grandeza
delante de tu huésped, delante del foráneo
que llegó de muy lejos a comer en tu mesa;
que llegó de muy lejos a vivir en tu espacio,
y a hablarte de su origen y a hablarte de su fuerza.
Tú desciendes del puma, tú desciendes del rayo.
Y en tus músculos duerme colosal fortaleza.
No te humilles. Despierta. Elévate, peruano.
Erígete. Ya es hora. Revive tu ejercicio
de amansador de Mundos, de Continentes Bravos,
de forjador de Imperios sobre los precipicios.
Levántate, peruano. Pisa otra vez tu tierra…
Que el horizonte vea tu figura broncínea
de semidiós, de cóndor. Despliega tu mirada,
y el poder de tus alas y tu aptitud antigua.
Vindícate en tu tierra… Porque estás en tu tierra
desde hace eternidades. Y tu tierra te adora…
¡Exprésate, peruano! ¡Exprésate de nuevo!
¡Sé heroicidad, destino! ¡Levántate! ¡Ya es hora!
Profesión y fe
Julio Carmona
Yo versificador, yo modesto
hacedor de versos: creo y escribo.
Mientras pueda esgrimir esta arma noble,
mientras pueda
extender mi mano amiga o levantarla
altiva contra el rostro
del enemigo general o
del general enemigo o contra todo
antifaz de la muerte:
he de seguir creyendo,
he de seguir escribiendo.
Y he de seguir haciéndolo, pues no temo
por mí, temo por todos y por todos
también sueño y escribo.
Porque
humilde habitante de una patria
vendida al mejor postor o a la mejor
-como dicen- inversión extranjera,
he aprendido a quererla no por esa
pródiga maravilla de su suelo
ni por la alta belleza de sus años remotos;
he aprendido
a quererla por sus manos
callosas y mendigas, por sus ríos
de ojos llorantes, por sus labios
resecos. Y por su muerte
de viles formas
he aprendido
a llorar también.
Pero he aprendido
a quererla con la voz y con los puños
y todo este cariño doloroso
lo trato de verter en cada verso.
Y aunque sea lo último que haga
sólo quiero trabajar como trabajan
los constructores del surco,
los dadores del sudor:
con humildad.
Quiero ser algo
útil en su diario trajín;
en su lucha quiero ser:
trozo de canto,
brizna de risa,
ayudadora mano.
Sólo eso me propongo.
Creo que he de lograrlo.
Héroe del pueblo
Washington Delgado
Yo construyo mi país con palabras,
digo cielo cuando miro el cielo
digo luz, agua, corazón y lo demás ignoro.
El silencio es profundo, pero amo las alturas.
Hombres son y mujeres los que alumbran mis ojos
y mi voz está con ellos como el aire en que viven.
Yo canto en las matanzas, yo bailo
junto al fuego, yo construyo
mi país con palabras.
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Mario Florián. Nació en el caserío de Nanshá, Contumazá (Cajamarca).
Julio Carmona. Oriundo de Chiclayo.
Washington Delgado. Nació en el Cusco.
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